Pocos elementos constitutivos de un vehículo son más importantes que las llantas y neumáticos de un automóvil, ambas partes constitutivas de las ruedas. Son la garantía para que cualquier traslado se haga de la forma más segura y confortable posible, no hay que olvidar que la llanta es el elemento que sostiene al neumático, y este es el único contacto que existe entre el resto del vehículo y sus ocupantes con la superficie, sea esta una carretera de asfalto, un camino de tierra o una zona inundada por el agua.
Los neumáticos cargan sobre sí 4 funciones fundamentales para que el coche cumpla su propósito de cubrir distancias con pasajeros a bordo. Deberán soportar el peso de la carrocería, el motor, los componentes y los pasajeros, absorberán las irregularidades del terreno sobre el que se circula, proporcionando confort a sus ocupantes. Serán los neumáticos llenos de aire o, en su caso, de nitrógeno lo que efectuará el trabajo de actuar como un muelle, reduciendo la gravedad de los impactos con las irregularidades de la superficie de las distintas pistas.
Así mismo, será el encargado de transmitir la tracción, la aceleración y el frenado del motor al vehículo. Es decir, sin las llantas sería imposible detenerse ni tampoco conducir. Como cabe suponer, tampoco sería posible tomar la dirección deseada, ya que estos elementos son los que giran obedeciendo las órdenes del conductor cuando este aplica una fuerza sobre el volante.
Por último, también son valores de importancia que se deben considerar sobre el efecto que producen las llantas en la eficiencia en la conducción y, por tanto, el consumo de combustible. En este sentido, los neumáticos mal inflados o excesivamente desgastados repercuten de forma extremadamente negativa en la conducción, reduciendo la capacidad del conductor para mantener un manejo estable y preciso. Una situación especialmente grave y peligrosa cuando las condiciones climáticas se presenten adversas o se vaya a velocidades altas.
Elegir los neumáticos
Una vez reconocida la importancia de las llantas y, por tanto, de los neumáticos, se entiende que lo más aconsejable es hacer uso de aquellos que proporcionen calidad, durabilidad, resistencia… En este sentido, cabe mencionar a la ecommerce prodynamics, por ser una opción confiable para comprar llantas de las mejores marcas (Pirelli, Yikohama, Michelin, Bridgstone, Sumimoto, ZMAZ, GoodYear…).
Al elegir alguno de estos neumáticos se está garantizando, al menos en lo que respecta al agarre con la carretera, un viaje seguro y confortable. Con un caucho de calidad se logra optimizar el rendimiento del automóvil, reduciendo, en los momentos de frenado, la distancia necesaria para parar completamente, evitando, de este modo, el riesgo de derrape y choque.
Así mismo, tal y como se ha citado con anterioridad, con una buena calidad, sin desgaste y con la presión que marca el fabricante, el consumo de carburante se reducirá y, por tanto, también la cantidad de CO2 emitida a la atmósfera, lo que implica que se contribuya notablemente al cuidado del medioambiente.
Mantenimiento de las llantas
Para mantener la seguridad que proporcionan estos elementos estructurales de los vehículos es de vital importancia saber qué hacer y a qué prestar atención durante su periodo útil.
En primer lugar, es necesario que las llantas pirelli, o cualquiera que sea la marca elegida de neumático, se mantengan siempre con la presión adecuada, con una comprobación mensual y siempre en frío. Si no se mantienen en su justa presión, y se lleva por debajo de lo normal, el desgaste será más acentuado, el vehículo será más difícil de controlar, la distancia de frenado aumentará. Así mismo, si se sobrecarga de gas o aire, perderá adherencia y también será más complicado de reconducir el vehículo en situaciones de emergencia.
El estado también debe ser controlado, se tendrán que examinar frecuentemente en busca de grietas, golpes… en el caso de que sufra un impacto de gravedad, habrá que llevarlo al taller especializado más cercano en el menor tiempo posible.
El desgaste es otro de los valores a considerar de forma continua. Para comprobar la reducción de su banda de rodadura habrá que medir desde el fondo de canal hasta la cresta, asegurando que supera los 1,6mm con carácter general. Sin embargo, la mayoría de los fabricantes de las grandes marcas aconsejan que la profundidad de esta banda no decaiga por debajo de los 3 mm para proceder a su sustitución.
El equilibrado de las ruedas
Un último trabajo que hay que tener presente para un estado óptimo de las llantas y de los neumáticos, es decir, de las ruedas, será asegurarse que están perfectamente equilibradas. Habrá que igualar los pesos del conjunto de llanta y neumático para que sus masas no tengan inercias durante el movimiento. Se trata de una actividad que deberá hacerla un profesional en un taller cada vez que haya que realizar un cambio de neumáticos.
Existen dos tipos de equilibrados, el Dinámico, usado para los coches mediante una máquina de equilibrado encargada de señalar los puntos donde hay que acoplar pesos mientras está rodando, y el Estático, para las ruedas de la moto, realizándose sin que estas giren.
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